Bajo el manto estrellado de la noche
con la serenidad que da el sosiego,
imagino un mundo nuevo y sin temores
donde exista la paz que tanto anhelo.
Donde no sea pecado soñar cosas hermosas
que podamos lograr aquí en la tierra,
la vida es el lugar donde reposan
todos los sueños que mi alma encierra.
Aunque literalmente yo no pueda
porque tengo los pies sobre este suelo,
como contraste el pensamiento vuela
hacia el mundo enigmático del cielo.
Y no sólo para alcanzar estrellas
y no sólo para alcanzar la luna,
también es para ver detrás de ellas
al que se entronizó en esa altura.
“El” es la luz que alumbra cada instante
desde ese plano de elevación divina,
quien señala el camino al caminante
mientras transita las sendas de la vida.
Lucila Lárez Fariña
de Gutiérrez
16-02-2004
Te ves hermosa en esa foto...
ResponderEliminarImagino que ya debes haber resuelto ese enigma...
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