martes, 17 de julio de 2012

A mi hijo Jeisson



Jamás me cansaré de decirte te quiero, 
jamás me cansaré de quererte tanto,
jamás dejas de ser un dedo de mi mano,
jamás dejarás de escuchar mi canto.

Mi corazón es la cuna que te mece
y te sigue cantando hasta dormirte,
para la madre el hijo nunca crece
y se muere de pena si está triste.

El sueño de saberte realizado
aprobando que dejaras tu nido,
gracias a “Dios” por estar a tu lado,
en mi mundo sigues siendo mi niño.

Divina herencia el amor de madre,
no cuesta nada poderlo dividir,
del corazón uno y mil ruegos salen,
si es para verlo (y a todos) muy feliz.

Árbol inmenso el amor de la madre,
profundas raíces son sus sentimientos,
el hijo es la rama que su savia alimenta,
las flores y sus frutos son sus nietos.

Que “Dios” me lo bendiga hoy, mañana y siempre.
Te amo hoy, mañana y siempre y mas allá. 
Un  abrazo y un besote de tu mamá.

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez.

Luego de dos años...

No es fácil abrir la puerta de la antesala de una obra literaria cuando se trata de una primera edición. Sin embargo, la misma pasión y...