domingo, 9 de septiembre de 2012

Luego de dos años...



No es fácil abrir la puerta de la antesala de una obra literaria cuando se trata de una primera edición. Sin embargo, la misma pasión y sencillez con que fue elaborada, se hace presente en el deseo y la intención de motivar al lector para compartir su contenido, que es el fruto de un trabajo realizado mediante el esfuerzo y la perseverancia, a través de largos años de vivencias y experiencias propias y ajenas.

Lucila Lárez Fariñas

de Gutiérrez


Hoy, a dos años de aquel 9 de septiembre de 2010, luego de compartir en este blog todos los escritos, dejo ahora como regalo un archivo con todos ellos, que pueden descargarse e imprimir para conservarlo con ustedes y leerlo cuantas veces quieran.


 Para descargarlo, haz click en el siguiente enlace:
                    

Es tiempo también de compartir en este blog letras "para" Lucila, escritas por otras manos pero dedicadas a tu alma hermosa:  


A mi tía querida
Las dudas se disipan dando paso a la luz,
Cuando miro a sus ojos observo con admiración los valores en que se basa la humanidad verdadera…

El corazón puro de fondo y esencia, las emociones sinceras y el respeto a la vida,
el culto a la naturaleza y más aún… a la vida,
son sólo algunos de los elementos que invaden mi memoria cuando pronuncio su nombre…

Evoco mi niñez y mis imágenes hermosas
llenas de hermosas puestas de sol,
impresionantes cielos estrellados,
brillantes  amaneceres con  aroma de salitre
en mi memoria se despliegan…

Sin embargo, admiro su valentía,
usted ha sido maestra de fuerza y valor,
que me han permitido saborear el dulce amargo
del éxito sobre la batalla ganada..

Cada vez que pienso en la energía que necesito
recuerdo su voz sutil pero firme,
decidida pero delicada.

Es usted mi mejor ejemplo de lucha,
mi mayor patrón a seguir
impidiéndome desmayar
y que me exige dar lo mejor de mí.

Porque es eso lo que usted me ha enseñado con dulzura y amor
y así es posible ganar la más exigente de las batallas…

La alegría de vivir…   
Permítanos el honor de contar con su magnánima presencia cuya huella dejará para la posteridad los más detallados cimientos de bondad y amor..




Tía..           Te quiero!
Johanna Valecillos…
Pto La Cruz, 07-04-2004.






Aquel domingo tan triste...




Segundo domingo del mes noveno al final de la mañana,
tu espíritu se hizo libre, no más penas… todo en calma,
tras un camino de flores y pétalos en el agua.
El agua del río que un día sació tu sed en la infancia,
el agua del río que un día bañó tus sueños de dama,
que se mezcló con tu llanto cuando te quitó a tu padre,
hoy se mezcla con el nuestro y se tiñe de un gris plomo,
por que quiso que volviera la flor que una vez se fue
en busca de ese jardín con el que siempre soñaba. 

La vida te dio de todo menos tu felicidad,
por más que la perseguías, una figura sombría siempre ante ti se postraba
y te clavaba una daga impregnada en falsedad,
con un dolor tan profundo que no te dejaba en paz. 
Pero tu espíritu noble, tu fuerza de voluntad,
tu integridad, tu altruismo, tu estampa siempre guerrera
te hacía ponerte de pie aun que mil veces cayeras. 

Me arrepentiré por siempre, aun que para mí ya es tarde,
por haber sido tan duro, tan necio y tan implacable
por no saber entender tus sentimientos de madre
y por hacer que pasaras una de tus peores tardes. 

Te pido perdón por ello… aun que ya de nada vale. 

La yegua vieja se ha ido dejando solo el tranquero,
sólo se quedo el caballo viendo hacia los comederos,
hoy tus potros son caballos de raza y con mucho brío,
que no los paran ni frenos ni tampoco falsas riendas,
que no les tiemblan las patas a la hora de cruzar el río,
por mucho que esté revuelto y por mucho que esté crecido. 

Aquél que decía ser tu dueño nunca te pudo amansar
y desde ahora y por siempre en su cabeza retumba
una sola de las tantas preguntas que tú le hacías,
y esperaste con paciencia que aquel necio amansador
te respondiera algún día puesto que ya no entendías
por qué empuñaba la fusta con tan profundo rencor
y ahora llora sin remedio arrodillado en tu tumba. 

El tiempo impone justicia que tarde o temprano llega
hoy tu felicidad la encuentras siendo una yegua salvaje
como lo fuiste al principio. 

¡Corre yegua! corre libre ahora que eres incansable
corre por montes y valles junto a tu amor Félix Lárez.
Corran por ríos y laderas por campos y morichales
levanten su polvareda allá por los Carrizales…






A mi madre con todo mi amor.
Jean Carlos Gutiérrez Lárez      
16/09/2010







 Eres arbol.
De raíz profunda, tu amor.
De tronco duro, tu cuerpo. 
De ramas arrulladoras, tus brazos.
De flores blancas, tu alma.
De hojas verdes, tú esperanza.
De savia vivificadora, tu sangre.
De semilla primorosa, tu útero.
De frutos prodigiosos, tus hijos.
De retoños perdurables, tus nietos.

 
Eres arbol.
Asdrubal José Lárez
05/07/10










Con Dios
Se fue una luz,
arcilla moldeadora
de infinito amor. 
Broquel solidario,
matriarca de brío,
garbo y gallardía,
alegórico poder. 
En su inefable sensibilidad,
fidelidad a ultranza.  
La inevitable lágrima
brota de mis entrañas; 
…la anonadaré. 
Con la fe y esperanza
que estás con nuestra madre,
musa de tu pasión
y nuestro padre, 
inspiración sagrada
de tu designio.  
Adiós hermana adorada, hermana, guía maternal.
Tu ejemplo es y será fecundo por siempre.
Tus enseñanzas son y serán imperecederas.
Mi respeto y amor eterno. 
Asdrubal José Lárez
10/09/10





Ni un momento dudaría… 


No sé si te molesto en tu descanso

con mi afán insolente de recordarte,

de llamarte, de soñarte, de llorarte, de gritarte. 


No sé si escuchas estos gritos
que me tienen sordo de la rabia,
que me rompen de ganas de vengarme
de la vida y de todo y de la nada. 

Cómo hacer para que entiendas que aun espero
que ese pacto de sangre que sellamos
hoy lo cumplas y me atiendas, que respondas,
cómo hacer para que escuches mis te amo?   

Si supiera que al partir te encontraría
ni un momento dudaría en perseguirte,
sólo espero que me avises, que me cumplas,
que despiertes y me llames, quiero oírte,
que me digas: hijo mío de mi alma
yo también te extraño como a nada. 

Un susurro sólo bastaría,
para ir desesperado a tu encuentro,
sólo espero que llegado ese momento,
sea cierta esta ilusión y no un consuelo. 

Que destino pérfido y severo,
que nos hace amarnos como locos,
para entonces separarnos sin reparo
y dejarnos luego a uno sin el otro. 

Tantas frases repetidas no me sirven,
soy hipócrita si digo que las creo,
que me ves, que me escuchas, que me sigues,
que me amparas, que me  tienes, que te tengo,
nada es cierto, no te tengo, quedé solo,
y aun te busco y te quiero de regreso.
Si supiera que al partir te encontraría
ni un momento dudaría en perseguirte...






Juan Carlos Gutiérrez Lárez
09-09-2012

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