viernes, 25 de noviembre de 2011

Sin Rumbo (Canción)

            
                          
En medio del silencio
y de la noche fría,
con tanta soledad
mi corazón lloró,
sin saber hacia donde
mi espiritu se iría,
porque así sin rumbo
tu ausencia me dejó. 

Y así he de seguir
hasta que llegue el fin,
que aunque no lo esperemos
el siempre ha de llegar,
y si nunca jamás
vuelvo a saber de ti,
no olvides que en mi mundo
no te dejé de amar.
Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

viernes, 18 de noviembre de 2011

Autobiografía (atendiendo a una solicitud)

                        

Parte IV
Recuerdo claramente nuestra estadía en esa zona cafetera, en medio de la alta montaña donde habían fundado un caserío llamado “Juajuillar”. Desde mi infancia alegre, llena de un espíritu de inquietud y vivacidad, con a pena 3 años de edad, ya empezaba a identificarme con la naturaleza; con sus diversas formas y expresiones. Desde siempre he sido vulnerable a su magia, su sabiduría y su poder de atracción. Tal vez es esa la razón de que la imagen de todos esos lugares donde transcurrió mi infancia, mi niñez y pre-adolescencia, quedaran grabados en mi memoria, como el primer escenario de mi vida, donde actué llena de felicidad, rodeada de una vegetación con jardines silvestres.
Una increíble variedad de flores con colores, formas y tamaños diferentes; enredaderas que coronaban los copiosos y elevados árboles, al tiempo que  sus diminutas flores cubrían como alfombras los caminos que los enjambres de abejas invadían en busca del polen para procesar la miel en sus panales. El trinar de los pájaros con plumajes distintos deleitaban con su canto ocultos en las ramas de los árboles o en los arbustos a la orilla de arroyos y riachuelos que deslizaban sus aguas cristalinas como serpientes protegidas por la sombra de una vegetacion siempre fresca que convivía con los cafetales de frutos maduros con su olor característico y su color fresa contrastando el verde fuerte de sus hojas.

      

Es este el cuadro que ha perdurado en mi vida y que al recordarlo me veo como parte de él, en compañía de mi hermana Elvia (la mayor) como almas gemelas que se han mantenido unidas aún en la distancia. Esos lugares fueron el paraíso para aquellas niñas que hasta los 6 y 8 años las tuvo cautivas.
Lucila Lárez Fariñas
de  Gutiérrez 

viernes, 11 de noviembre de 2011

Desilusión (canción)

                       
Cuanta desilusión,
la soledad me agobia,
frente a la multitud
que mi tristeza ignora.

A quién puede importarle
lo mucho que he  sufrido,
qué le interesa a nadie
todo lo que he perdido.

Soy feliz frente al mundo
vivo como el payaso,
la risa a flor de labios
y el alma hecha pedazo.  bis

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

viernes, 4 de noviembre de 2011

Autobiografía (atendiendo a una solicitud)


Parte III
... Ocho años más adelante, Félix y Josefa contraen matrimonio en el mes de Agosto de 1933 y deciden establecer su hogar en El Clavellino a partir de 1935 hasta 1940. Para entonces tenían una familia de 3 hijas que, en orden de aparición son: Elvia, Lucila y Libia. En este año (1940), mi padre decide marcharse a Caripito Estado Monagas, con un grupo de familiares y amigos, con la esperanza de encontrar trabajo en las petroleras que recién habían comenzado su explotación. No tuvo la misma suerte de muchos, teniendo que regresar azotado por el paludismo, que se había concentrado en esa parte del país.
Sin lograr un total restablecimiento, toma la decisión de irse con su mujer y sus tres hijas a una zona cafetera en las montañas del Turimiquire en  busca de la sobre-vivencia de la familia. El país se encontraba bajo el clima del régimen dictatorial del general JUAN VICENTE GÓMEZ, lo cual se conjugaba estrechamente con las diversas epidemias que atacaban ferozmente a los sectores rurales, asiento de las clases más desposeídas del país que era casi la totalidad de la población y cuyos ingresos dependían de sus siembras de mayor escala unos y pequeños huertos los otros, contando con el apoyo de los medianos comerciantes, a quienes les empeñaban sus cultivos para poder llegar a la cosecha.

De esa manera sobrevivían los pueblos y sus gentes; retroalimentándose unos con otros, interrelación posible siempre y cuando se presentaran buenos tiempos climáticos que favoreciera a la agricultura. Pero en esa etapa de dificultades antes señaladas, se agravó la situación por la escasez de alimentos luego de 5 años de sequía, o lo que nosotros conocemos como verano. Los campesinos no contaban con sistemas de riego ni ninguna ayuda gubernamental que les permitiera cultivar la tierra, aunque fuera para el sustento exclusivo de su familia. Eso obligó al desplazamiento, cuando solo tenían como único recurso de consumo, las semillas de cereales y tubérculos, que acostumbraban guardar como reserva para las siembras, a pesar que no eran apropiadas para la alimentación, ya que ni uno ni otro al cocinarlos se ablandaban, sus reservas alimenticias eran mínimas.

    Lucila Lárez Fariñas
    de Gutiérrez

Luego de dos años...

No es fácil abrir la puerta de la antesala de una obra literaria cuando se trata de una primera edición. Sin embargo, la misma pasión y...