viernes, 28 de enero de 2011

A mi padre (Canción)

                      

Lanzo al viento mis suspiros
envueltos en la melodía,
que compuse para ti
llena de melancolía,
bajo el manto azul del cielo
en la sabana perdida,
mirando jugar el  viento
con las ramas florecidas.
                                                  
Se me encoge el corazón
se me hace un nudo en el pecho,
porque tú eres la razón
que inspira mi sentimiento.

Vivo soñando contigo
porque mi amor nunca ha muerto,
a donde voy vas conmigo
tu espíritu está en mi cuerpo.

En el campo y la ciudad,
frente a cualquier situación,
surges de la inmensidad
a darme una explicación,
para que siga adelante
con malicia y con valor,
sabiendo que en este mundo
el más amigo es traidor;
consejos que son valiosos
los guardo como un tesoro,
cuando hay malas compañías
es preferible andar solo.

Al “Dios” de sabiduría
yo le quiero agradecer
que supo hacer de la nada
a un hombre y a una mujer
dándole el don de la vida   
para yo poder nacer.

Lucila Láres fariñas
                               Puerto La Cruz, año 1985

viernes, 21 de enero de 2011

Añoranzas (Canción)

               

















Llegaste a mi jardín
bajo un sol abrileño,
cuando yo era una flor
con toda su fragancia
y te acercaste así
como buen jardinero,
a absorber su perfume
sin querer deshojarla.

Me regaste con besos
tan tiernos y sutiles,
y te quedaste preso
entre mis veinte abriles.

Y te aferraste a mí,
¡qué suave eran tus manos!
nunca te presentí
capaz de aquel engaño.

Porque tú eras de otra
lo supe con el tiempo,
yo me alejé de ti
llena de sentimiento.                   

Y me alejé de ti
deseándote suerte,
sabiendo que era el fin
y no iba a volver a verte.

Cuántos inviernos van
después de aquel abril?
desde entonces no quise
saber nada de ti.
                   
Porque yo fui de otro
tú seguiste con ella,
en nuestro cielo roto
no quedaron estrellas.

Estas son añoranzas  
recuerdos de un adiós,
de aquellas esperanzas
muertas para los dos.

Lucila  Lárez  Fariñas                    
Maturín, 1959.


viernes, 14 de enero de 2011

Amor lisonjero (Canción)


Dime árbol del camino
que conoces al viajero,
dime si viste pasar
aquel amor lisonjero, 
que conociste un día 
cuando descansé en tu sombra,
y se fue y nunca volvió
dejando mi alma tan sola.

Dime árbol del camino
¿qué pasó con el garcero?
¿qué pasó con la laguna
que llenaba el aguacero?
dime si viste pasar
aquel amor lisonjero.
 
Dime por que estás tan sólo
y tan triste como yo?
dime lo que te pasó
tu también sabrás mis penas,
se fueron mis noche  buenas
porque ese amor me olvidó. 

Lucila  Lárez  Fariñas                                   
Pariaguán Anzoátegui,  1985.-

viernes, 7 de enero de 2011

A mi hija Jenny.

                

Contigo conocí  la dulce sensación
de ser madre por primera vez,
no es fácil definir esa emoción
que recorrió mis entrañas de mujer.

Primogénita luz, mi estrella vespertina
hermosa flor que junio me obsequió,
mi promesa angelical Jenny Martina
sinónimo de fe de esperanza y amor.
                                 
Mensajera luz sonrosada de aurora,
anuncia que comienza un nuevo día,                                         
bebiéndose el rocío de la mañana
en cada amanecer con su policromía.

La naturaleza mágica y perfecta                                  
hizo realidad mi sueño ansiado, 
canalizó mi vida hasta esa meta
para obsequiarme el  fruto  deseado.

Al presentirte ya celaba mi vientre
sin conocerte, a ti  yo me entregué
mientras viva daré gracias a Dios
por abrirme las puertas del Edén.

Eres perla en una hermosa flor
cuando miro tu frágil y sutil figura,  
cultivada en mi cuerpo y corazón
como  la joya original más pura.
                                    
Dios me confío la sagrada misión
de ser madre como ángel guardián,
siendo ése el más sublime honor 
que la mujer siempre quiere alcanzar.

Por ti mi mundo comenzó de nuevo
porque eres la esencia de mi vida,
verte feliz es lo que más quiero   
por siempre así será niña querida.
                                                                                                                           
Cuando empieces a soñar, yo quiero 
ser intérprete de todos tus sueños,
y mis ruegos lleguen hasta el cielo
con mensajes de todos tus anhelos.
                 
Que siempre seas libre como espiga
que se levanta sobre el cañaveral,
como la garza con plumaje blanco
como enérgica ola elevada en el mar.

Si mis brazos se volvieran alas 
para poder subir en raudo vuelo,
vencería el tiempo y la distancia    
que nos separa del infinito cielo,
para llenar mis alas de luceros
y alcanzar la  estrella mañanera,
con gran amor tejer una diadema
para adornar tu linda cabellera.  

Pediré al Señor que me inspire
para ser madre y tu mejor amiga,
aunque el tiempo pase y me limite
aún sin voz diré ” Dios te bendiga”

Para mí siempre serás niña querida
esa parte integral de mi existencia,
teniéndote a mi lado se mitiga
la ansiedad impuesta por la ausencia.

Este inmenso amor es para siempre
con todas las virtudes y defectos,
pero es invencible y muy valiente    
no es igual a otros sentimientos.

Te amo y te amaré, hoy mañana 
y siempre y más allá.
Te bendice y te bendecirá el corazón de mamá

Lucila Láres Fariñas
de Gutiérrez

Maturín Estado Monagas, 28 de Junio 1966.- 

                                                                

Luego de dos años...

No es fácil abrir la puerta de la antesala de una obra literaria cuando se trata de una primera edición. Sin embargo, la misma pasión y...