viernes, 29 de octubre de 2010

A mi hija Jinett

 

Crisálida que pasaste
a ser linda mariposa,
para lucir tus encantos
entre jazmines y rosas.

Un veintitrés de febrero
nuestro hogar fue bendecido,
con un rayo de sol nuevo
que hizo brillar nuestro nido...

El calendario ese gran día
te abrió las puertas del mundo,
con los brazos de una madre
llena de un amor profundo.

La ternura conjugada
con rosas color naranja,
fue el obsequio de tu padre
celebrando tu llegada.

Después de tantos temores
te dimos la bienvenida,
compartimos emociones
con amigos y familia.

Luego vinieron abrazos
con las felicitaciones,
y empezaron a escucharse
las diversas opiniones.

Para llegar a un acuerdo
que llevarías por nombre,
siempre es una decisión 
que a los padres corresponde…
Revisando la gran lista
que la madre siempre tiene,
te bautizamos con el nombre
que hoy llevas: Jinett Marlene.
       
Al Dios de amor y bondad
siempre le estaré pidiendo,
que su luz y claridad
nunca falten en tu cielo.
       
Que nos permita ayudarte
dándote amor y aliento,
con la palabra acertada
en tus extraños momentos…

Siempre elevaré mis rezos
dando gracias al señor,
porque eres luz en mi cielo
hija de mi corazón…

Te amo y te amaré, hoy
mañana y siempre y más allá,
a donde vayas yo contigo iré                                           
en espíritu, amor y en verdad.

Te habla el corazón de Mamá:
Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

Maturín Estado Monagas, año 1970.-



1 comentario:

  1. ¡¡¡Qué hermoso es lo que siente una madre por un hijo deseado!!! Sí que eres sortaria por tener esos sentimientos y con ello hiciste que tus hijos lo fueran también.
    Yai.

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