viernes, 23 de marzo de 2012

Tiempos de reflexión


Ahora quiero entrar en mi silencio,
para observar mis propias decisiones,
para traerlas luego a mi consciente,
y sólo al corazón pedir mis opiniones.

Nada puede privarme de ir a donde quiera,    
sin el temor de la inseguridad,
confiando siempre donde nada queda,
de mala fe, de odio y de maldad.

Sólo paz y amor para expresarlo,
con fraternidad y plena sencillez,
cada vez más creo en las acciones,
que se ejercen con sentido y madurez.

No importan tantos años ya vividos
para que nos engañen con su faz,  
aquellos que se sienten consentidos,
por su ambiente lleno de vanidad.
                                           
Yo he comido muchos cuentos y tienen sabor amargo,
pero me los he tragado por caída de la mata,
me agarran a sombrerazos y con la cabeza gacha,
los cuentos fueron un lazo y el sombrero lo he guardado.

Creo en el amor que viene por la  consanguinidad,
con los defectos que tiene por nuestra debilidad,
porque la sangre no es agua que nos la puedan cortar,
ni aún después que se seca el cordón umbilical.

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

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