viernes, 5 de noviembre de 2010

Amar es no saber odiar

                                                            

El amor nunca muere, no es materia,
es la fuerza divina ejerciendo atracción,
enajena los sentidos y allí se encierra
para materializarse a través de la acción.
                                                                        
El amor es eterno, es fuente creadora,
es la ciencia suprema activando al querer,
su elocuencia para orientar su obra
es como el viento, no se puede ver.

Puedo decir adiós y quedarme aquí
aunque nadie me mire, he de estar,
no es imposible, el misterio es así
conjuga lo tangible con lo espiritual.

Seguirá la energía que activó al cuerpo
girando como parte integral del universo,
ese diseño original con vida para siempre,
lo llevamos grabado rechazando la muerte.

En la faz del universo seguiré existiendo,
en los árboles al susurrar del viento,
al contemplar los campos y las flores
recordarán que con ellos estará mi aliento.
                               
En cualquier surco de la tierra amada
cuando miren brotar la planta nueva,
pueden visualizar en su sabia elaborada
circulando el reintegro de toda mi materia.
               

Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez

2 comentarios:

  1. Siempre lo dijiste, madre bella. No hay forma de que no estés presente.

    ResponderEliminar
  2. siempre lo supiste y durante toda tu vida nos lo quisiste enseñar para que, llegado éste momento, tu partida fuese la poesía más hermosa que hayas hecho... eres poesias mdare!

    ResponderEliminar

Por favor comparte tus comentarios:

Luego de dos años...

No es fácil abrir la puerta de la antesala de una obra literaria cuando se trata de una primera edición. Sin embargo, la misma pasión y...