
A Puerto Píritu quiero
ofrecerle un canto mío,
mirando el azul del cielo
rozando a su mar bravío.
Cuando va muriendo el día
el sol teje una corona,
con esos bellos matices
el crepúsculo se adorna.
Me estacioné en sus cocales
a ver pasar las gaviotas,
con su volar cadencioso
se siente una paz que flota.
Crea un lindo panorama
las aguas de su laguna,
con el sol del medio día
y en las noches de luna
que se retrata en sus aguas
bajando la paz del cielo,
contemplar a esa laguna
nos llena de sosiego.
Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez.
Bella... y apasionada por su entorno, este poema demuestra el querer a su tierra VENEZUELA. Cada semana me sorprenden tus escritos... son hermosos!
ResponderEliminarTantas veces en tus incansables andares, con tu alma guerrera, luchadora; mezclaste tus pasiones por el canto, el trabajo, el mar, el campo, la batalla, la naturaleza, la poesía... Tantos caminos andaste, con tanta pasión los viviste, cuántos sentimientos mezclaste. Te recuerdo, te imagino y te veo, olvidando alguna pena al ver el sol o la luna en el camino de vuelta, cansada pero cantando, regresando para vernos y encontrar un espacio para descansar y luego enpezar de nuevo.
ResponderEliminarCuánto quisiera abrazarte y me ahogo en este tonto e impotente intento de decirlo y soñar que pueda ser...