
¡OH! Misión consagrada a la maternidad
Esa fuente divina que fluye del amor,
relámpago que alumbra con la fertilidad
para el fiel cumplimiento de la procreación.
Es un rayo de sol es gota de cristal,
es mirar hacia adentro en plena oscuridad,
es oler una flor sosteniendo el aliento
es sentir el dolor y saberlo ocultar.
Es abrazar al mundo sin los brazos tender,
es dar el corazón sin sacarlo del pecho,
es sentir muy profundo la magia de poder
alcanzar una estrella desde su propio lecho.
Es saborear el triunfo en medio del fracaso,
es sentir valentía temblando de temor,
es sentir las espinas que hacen sangrar su brazo
para tener la dicha de alcanzar una flor.
Es la naturaleza que todo lo ha medido
bajo leyes que rigen con razones extrañas,
contrariando a la mujer que no ha sentido
la dulce sensación de un hijo en sus entrañas.
Lucila Lárez Fariñas
de Gutiérrez
Puerto La Cruz, año 1983.-
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